El Atlético de Madrid ha convertido esta temporada el Vicente Calderón en un chollo para sus rivales. Ayer le tocó al Racing, que jugó mejor que su rival y mereció, por su actitud, el triunfo.

En el equipo cántabro destacó Munitis, que propició el gol de su equipo, pero, sobre todo, por su actitud y combatividad. A buen seguro, con 11 Munitis el Atlético sería el líder de Primera.

INICIO PARA OLVIDAR El primer tiempo fue horroroso y si alguien mereció marcar fue el equipo visitante, mucho más ambicioso. El Racing parecía, por dominio del balón y valentía, el local, mientras que el Atlético daba esa triste imagen que suele dar regularmente en su estadio. No hubo fútbol en el primer periodo y muchas faltas, las más duras la de Agüero sobre Oriol, que tuvo que ser atendido en la banda nada más empezar el encuentro, y la del visitante Scaloni sobre Jurado.

Mediados los primeros 45 minutos, los jugadores del Atlético parecieron despertar y tras una jugada de Torres, Jurado desperdició un remate a bocajarro sobre la portería de Toño, que detuvo el balón. Pero fue un espejismo y el dominio fue de los santanderinos, en los que destacaba Munitis, siempre muy motivado.

El partido cobró vida en la reanudación. En el minuto 61 llegó la gran ocasión del Racing, cuando llegó el gol de Zigic a pase de Munitis y tras fallo de los centrales rojiblancos. Pero la alegría duró muy poco en los dos centenares de seguidores del Racing desplazados al Vicente Calderón desde Cantabria. Dos minutos más tarde, Pablo remató de cabeza una falta botada por Jurado a la derecha de la portería de Toño.

Fue el empate y apenas hubo nada más. Un fútbol de patio de colegio. El Kun Agüero envió fuera un remate de cabeza y Balboa salió por Colsa, pero el Racing tampoco acertó ante la portería defendida por Pichu.