Castellón No es lógico que una discoteca se convierta en un lugar para practicar deporte, pero este fin de semana ocurrió en la capital de la Plana. Solo unas horas antes de que las puertas de Ettro abriesen para que los más jóvenes disfrutaran de la noche, la zona de baile se convirtió en un improvisado escenario para hacer deporte. En concreto, se colocaron unas cien bicicletas estáticas para llevar a cabo una exhibición de spinning, y la novedosa iniciativa tuvo un gran éxito.

Varios monitores de gran experiencia en esta disciplina se encargaron de ofrecer a los amantes de este deporte unas clases magistrales, llenas de coreografías complicadas. Como ocurrió el pasado año, cuando se celebró la primera edición, los resultados fueron los esperados.