La dirección de carrera de la Vuelta a España, en colaboración con la Unión

Ciclista Internacional, ha informado de las medidas para la prevención y

detección del uso de sustancias y métodos prohibidos para blindarse contra el

dopaje, con un presupuesto extraordinario por encima de los 180.000 euros. Antes

de la carrera y a lo largo de este mes de agosto se están realizando una serie

de controles de los denominados "sorpresa" a corredores preinscritos para tomar

la salida en la ciudad de Vigo.

Estos controles los realiza la UCI en colaboración con la Agencia Mundial

Antidopaje, con las Agencias Estatales y las distintas Federaciones. "Además del

presupuesto habitual, Vuelta y UCI han destinado un presupuesto extraordinario

con el fin de realizar un mínimo de 80 controles sorpresa, de los cuales al

menos la mitad incluirán el control de eritropoietina (EPO)".

Otra de las medidas tomadas es que "todos los corredores participantes

estarán en Vigo desde el miércoles 29 de agosto. El día 30 por la mañana, un

equipo de 27 oficiales de la UCI (que incluye médicos, analistas, técnicos e

inspectores del control del dopaje) tomará muestras a todos los corredores

participantes". Los controles serán de dos tipos, "de salud, en el que se

analizarán treinta parámetros para determinar el estado físico del corredor y su

idoneidad para la carrera, y de dopaje, el habitual establecido por las

autoridades deportivas".

La nota informa de que "las muestras para los controles de salud serán

enviadas en avión privado (para garantizar la celeridad en los procedimientos)

al laboratorio oficial de la Universidad de Lausanne". "Las muestras para los

controles de dopaje serán enviadas, por medios propios urgentes, al laboratorio

de referencia de la carrera que es el laboratorio del Consejo Superior de

Deportes", sigue el comunicado.

Durante la carrera, se efectuarán cuantos controles se consideren necesarios

y serán también de dos tipos, "los sanguíneos (los denominados "vampiros") que

serán analizadas 'in situ' por equipos especiales integrados por médicos y

analistas desplazados a La Vuelta, y de orina". Los de orina, a su vez, serán

diarios "a los corredores que determina el reglamento, entre ellos al líder de

la clasificación general, y, fuera de la horas de carrera, a cualquier corredor

en cualquier momento".

El presupuesto global de estas operaciones supera los 180.000 € (30 millones

de pesetas), un dato que subraya la importancia que La Vuelta otorga a la

credibilidad que el ciclismo quiere ofrecer a sus seguidores.