El efecto llamada tras el cambio de postura hecho público por Riquelme, dispuesto ahora a escuchar ofertas para negociar su salida del Villarreal, ya ha obtenido las primeras respuestas en el mercado. En el club amarillo ven en estos momentos un poco más factible la opción de desprenderse definitivamente de un futbolista que no cuenta para su proyecto deportivo, aunque las dificultades para cerrar en breve (hasta el 31 de agosto) alguna operación positiva se mantienen.

Toda la atención está ahora en Boca Júniors y Atlético de Madrid. Son los dos clubs con más opciones para acoger a la mayor brevedad posible al centrocampista argentino. La entidad bonaerense cuenta con el principal aval del deseo del jugador por volver a vestir la camiseta xeneize, aunque tiene el hándicap de la liquidez. El Atlético, en cambio, dispondría del dinero, pero tendría que convencer al jugador y al técnico, Aguirre, para dar luz verde.

Boca Juniors es el más insistente. El club de Macri ha inscrito a Riquelme ante la AFA para disputar el torneo Clausura. No le dan por perdido. "El objetivo principal de Boca es Román. Es lo que nos faltaría. Nunca bajamos los brazos por Riquelme. Si Boca lo inscribió, por algo es-", apuntó ayer el entrenador del equipo argentino, Miguel Russo.

DEPENDEN DE ROMÁN Pero en Boca saben que todas sus opciones dependen de la voluntad de Juan Román Riquelme. Explicamos. Macri confía en que el centrocampista argentino renuncie a parte de lo que le queda cobrar en el Villarreal --unos nueve millones de euros-- en las conversaciones que sus representantes (Daniel Bolotnicoff y Marcos Franchi) tienen previsto iniciar --si no lo han hecho ya-- con la cúpula amarilla. La cantidad de euros a los que renunciara Román se restarían al precio de traspaso, tasado por el Villarreal en unos 10 millones de euros.

La de Boca es una opción complicada, pero nunca desechable en un fútbol que suele aferrarse a fórmulas rocambolescas para suplir la carencia de fondos. La del Atlético es otra historia. El interés es real --como confirmó Román el jueves--, pero el club colchonero también quiere jugar sus cartas para lograr el mejor precio. El presidente del Atlético, Enrique Cerezo, anuncia a bombo y platillo que ya tiene una súperplantilla cerrada, pero deja un resquicio al fichaje dependiendo de la opinión de su entrenador. En Madrid desvelan un ofertón de tres temporadas y cuatro millones de euros anuales. ¿Realidad o farol? En el Villarreal esperan.