Lo que Daniel Vidal Fuster (31 años) no ha conseguido con sus tres oros en unos Juegos; con los tres títulos mundiales que atesora; con las cerca de 200 medallas que ha ido colgándose en los sucesivos campeonatos de índole autonómico, nacional e internacional; con haber batido varias veces el récord del mundo... lo consiguió ayer. El burrianense ha pasado a la historia del deporte paralímpico al convertirse en el primer nadador sin brazos en cruzar el Estrecho de Gibraltar.

A la tercera fue a la vencida. Como el lunes y el martes, Vidal, que de niño sufrió la amputación de ambas manos, madrugó para tirarse al agua. Pero esta vez las condiciones meteorológicas eran propicias, sin viento ni niebla. A las siete de la mañana, el burrianense empezó la travesía de poco más de 14 kilómetros para cubrir la parte más angosta del estrecho, empleando seis horas y 22 minutos entre Punta de Oliveros (España) y Punta Cires (Marruecos). Unas aguas en las que la profundidad varía entre los 280 metros del Umbral de Camarinal a los algo menos de los 1.000 a la altura de la bahía de Algeciras.

DIFICULTADES A pesar de ser pleno verano, Vidal tuvo que proveerse de un traje de neopreno debido a las bajas temperaturas del agua (alrededor de 15 grados). En las casi siete horas, los delfines --"peces gordos", como los definió el propio protagonista-- se convirtieron en unos privilegiados espectadores de la gesta de Vidal. Una hombrada que ya ha dado la vuelta al mundo.

Lo que empujó a Dani a afrontar este reto mayúsculo, que llevaba varios años barruntando, era un reconocimiento mundial. Porque a pesar de ser una eminencia en el deporte paralímpico, no muchos conocían --hasta ayer-- al nadador natural de la capital de La Plana Baixa.

Poco a poco, la prensa nacional y también la internacional se hacían eco de haber cubierto la distancia entre la punta meridional de Europa y la septentrional de África. Periódicos de Venezuela, Ecuador... recogían en sus ediciones, impresas o digitales, el nuevo récord de Vidal.

Hace dos años, otra nadadora de la provincial, la vila-realense Sonia Mañas Almela, ya cubrió con éxito la travesía por el estrecho de Gibraltar. Una proeza que le valió ser nominada al premio Príncipe de Asturias del Deporte y también recibir la Medalla de Oro de la Generalitat Valenciana al Mérito Deportivo. Unos galardones que ahora están al alcance del burrianense, un deportista de élite reconocido por el Consejo Superior de Deportes.