Paquillo Fernández logró ayer la medalla más costosa de su brillante carrera deportiva. El marchador granadino tardó una hora, 22 minutos y 40 segundos en cruzar la meta de los 20 kilómetros marcha de los Mundiales de Osaka en segunda posición, por detrás del ecuatoriano Jefferson Pérez --desde ayer triple campeón mundial de la distancia (2003, 2005 y 2007)-- y solo un suspiro por delante del tunecino Hatem Ghoula, al que superó milagrosamente sobre la misma parrilla de llegada tras un esprint desesperado y espectacular.

Pero Paquillo tardó tres horas más en poder disfrutar de su tercer subcampeonato del mundo, ya que el juez árbitro de llegada sospechó de tanta rapidez (realmente, en el contraste con el despistado Ghoula el español parecía volar sobre la pista) y lo descalificó con una tarjeta roja directa por presunta marcha inadecuada en esos últimos metros, a pesar de no haber recibido ni una amonestación en los restantes 19.900 metros de carrera.

JURADO DE APELACIÓN La protesta verbal del equipo español ante el juez principal de la prueba no prosperó, pero sí lo hizo el recurso presentado ante el Jurado de Apelación, formado por turno por seis miembros de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), entre ellos, ayer, el presidente de la federación española, José María Odriozola.

A las 12.30 horas, más de tres después de haber entrado en la meta, el marchador español fue restituido como medalla de plata, por detrás de Jefferson Pérez, que ganó con 1.22.20 tras escaparse de todos en el kilómetro 17, y por delante de Ghoula (con el mismo tiempo que el español) y del mexicano Eder Sánchez, que llegó a dar una rueda de prensa, por la mañana, como tercer clasificado, y que por la tarde no pudo recibir la medalla de bronce.

LA MEDALLA MÁS VALIOSA "Es la medalla de más valor de mi vida", exclamó Paquillo al enterarse de la restitución en la sala de recuperación del hotel del equipo español en Osaka. Su entrenador, el polaco Robert Korzeniowski, cruzó el vestíbulo a toda prisa al conocer la noticia para trasladársela inmediatamente a su pupilo, que no pudo evitar que algunas lágrimas resbalaran por sus mejillas, en honor a la medalla más difícil, costosa y rocambolesca de su carrera.

Y también la más controvertida. Paquillo pasa por ser uno de los marchadores técnicamente más cuidadosos. Incluso la IAAF ha utilizado en ocasiones imágenes suyas para ejemplificar la perfección técnica en cursillos de marcha. Ayer, el juez de llegada, un estadounidense, apreció sin embargo irregularidades, de forma visual, que los vídeos repasados por Apelación no pudieron ratificar. Al no existir "evidencias" de marcha incorrecta, el jurado lo recalificó, curiosamente después de consultar al experto de la IAAF César Moreno, mexicano como el medalla de bronce.

"He hecho muchas veces 100 metros más rápidos que los de hoy (por ayer9", aseguró Paquillo. "Puedo hacerlos en 21 ó 22 segundos sin perder la compostura. De hecho, acabé peor hace dos años en el Mundial de Helsinki, o en los Juegos de Atenas del 2004, que esta vez", añadió el granadino, que defendió en todo momento, cuando estaba virtualmente descalificado y cuando no, que no había corrido: "Si volviera a estar en la misma situación, no cambiaría nada. No iba a frenarme porque Hatem Ghoula lo hiciera, ya que casi paró".