El Real Madrid volvió a las andadas como visitante y encajó su cuarta derrota liguera fuera del Bernabéu, en esta ocasión ante un Real Betis que le dio la vuelta al marcador en la primera parte en dos toques de calidad, y que en la segunda supo controlar la situación a la perfección.

No era el mejor momento para que el necesitado equipo verdiblanco recibiera al líder destacado, después de enlazar dos derrotas consecutivas y de que el conjunto madrileño reivindicara su fortaleza con la hasta ahora goleada de la temporada, un 7-0 al Real Valladolid.

La ilusión sevillana se basó en mantener un orden táctico y en que a los del alemán Bernd Schuster se les indigestara la gran ración de dulce que han recibido durante la semana tras la suficiencia demostrada frente al conjunto pucelano.

El Real Madrid, pese a todo, con la lección aprendida tras lo que sucedió en su anterior salida, con derrota clara en Almería por 2-0, no quiso que el rival se le subiera a las barbas y a las primeras de cambio el holandés Robben se fue fácil por la banda derecha en una jugada que culminó desde el otro lado su compatriota Drenthe, quien puso el 0-1.

LLEGA EL EMPATE A los de Paco Chaparro se le rompieron los esquemas a los seis minutos de juego, al tener que adelantar metros en busca de un gol que devolviera las tablas, pero eso no hizo más que propiciar que el Real Madrid saliera a la contra y que se vieran cerca el 0-2.

Pese a ello, el Betis, rebasada la media hora y después de que los visitantes perdonaran en alguna clara ocasión la oportunidad de prácticamente cerrar el partido, se aprovechó de una pérdida de balón de Guti para que el argentino Pavone pusiera desde la izquierda un buen centro y que el brasileño Edu, de cabeza, lograra la igualada en el marcador.

No dio tiempo a ver como reaccionaría el Real Madrid, porque cuatro minutos después, en una jugada calcada, en esta ocasión fue Edi el que centró y el chileno Mark González el que conectó el cabezazo al que no pudo responder Iker Casillas.

En la segunda parte al Madrid se le vio con las lógicas prisas por enmendar lo mal que se le había puesto el choque, pero esa circunstancia también la utilizó el Betis para salir a la contra y crear peligro, hasta el punto de que Casillas evitó el 3-1 tras remate de Pavone desde el área chica.

El partido se enloqueció y eso no benefició a los visitantes, que tuvieron que utilizar a su goleador, el holandés Ruud Van Nistelrooy, para poner toda la artillería posible sobre el terreno.

Fue precisamente Van Nistelrooy el que estuvo cerca de empatar, pero el balón acabó repelido por la cepa de un poste, aunque el Madrid nunca lo tuvo claro ante un adversario que presionó mucho y que vio pasar los minutos sin que su portero, el portugués Ricardo Martins, pasara por demasiado peligro.