Perder como lo hizo el Benicarló Onda Urbana ante el Móstoles puede hacer bajar la autoestima. La clasificación para las semifinales era una realidad a cinco minutos para el final, pero en 50 segundos las ilusiones se fueron al traste. Ahí comenzó el hundimiento del equipo, ya que hasta el final del partido los caduferos no evidenciaron ningún peligro.

Han pasado tres días y hay que comenzar a levantar la cabeza. La primera vuelta fue espectacular y aunque ahora el Benicarló ha descendido hasta el décimo puesto, hay plantilla de sobra para volver a entrar en el grupo de equipos que disputarán el play-off por la Liga.

El traspié de la Copa de España debe servir a los pupilos de Miki para coger todavía más experiencia. Está claro que son momentos delicados, pero no hay que bajar para nada la cabeza. Hay que llevarla bien alta y tratar de enderezar el rumbo, pues todavía queda mucha Liga.