No suele ser habitual ver una discusión tensa y con palabras altisonantes sobre un rectángulo de juego. Recientemente, un caso parecido fue protagonizado Bernd Schuster y Gregorio Manzano en el Real Madrid-Mallorca de Copa del Rey. Ayer, la imagen la repitieron Manuel Pellegrini y su homólogo en el banquillo del Racing de Santander, Marcelino.

La situación vino producida a raíz de la acción en la que Iturralde González mostraba cartulina amarilla a Pirès. Instantes antes, Marcelino García Toral recriminó al colegiado varias faltas en contra del Racing e instó al árbitro a mostrar alguna tarjeta a los jugadores del Submarino. El trencilla hizo caso al asturiano al amonestar a Pirès y Pellegrini no aguantó más y recriminó al técnico racinguista el hecho de que intentara condicionar a Iturralde.

CRUCE DE PALABRAS En ese instante se inició una tensa discusión en la zona del cuarto árbitro, llegándose incluso a propinarse palabras malsonantes. Hubo momentos en los que ambos se mostraron alterados, pero en el caso de Pellegrini estaba justificado, ya que Marcelino intentaba rearbitrar todo el encuentro.

El cuarto árbitro y miembros de ambos banquillos tuvieron que intervenir para que la discusión no pasara a mayores y todo se tranquilizó instantes después.

Tras el partido, los protagonistas de la discusión dieron su versión de los hechos, notándose que Marcelino, el culpable, echaba balones fuera, mientras que Pellegrini no se mordió la lengua y explicó claramente lo sucedido.

"¿Que qué ha pasado, preguntádselo a Pellegrini? Lo que pasa en el campo se queda en el campo", dijo el asturiano.

Por su parte, el chileno fue tajante: "Uno tiene que dedicarse a entrenar y no a entrometerse en decisiones arbitrales. Creo que no es leal por parte de los técnicos intentar que el árbitro cambie sus decisiones, como hizo en la tarjeta mostrada a Pirès".