Es un partido de los considerados grandes, una fiesta para el aficionado albinegro y para los castellonenses en general. El encuentro de Magdalena siempre tiene otro colorido, un sabor diferente al de cualquier domingo, posee un tinte festivo digno de admirar. Los rivales y sus seguidores contemplan con envidia sana el espectáculo que se vive en las gradas del coliseo de la Avenida de Benicàssim. Y no es para menos. La ocasión lo requiere.

Esta temporada, el calendario dispuso que el encuentro sea en el primero de los dos fines de semana de las fiestas fundacionales. Será este sábado, a las 21 horas, en un compromiso importante ante el sexto clasificado --tiene dos puntos más que el Castellón--, el Sevilla Atlético.

TODOS A UNA La hora del choque es tan tardía debido a que con anterioridad se celebrará el tradicional pregón. Por eso mismo, y para ambientar el encuentro desde las calles de la capital de la Plana, los responsables de la Federación de Peñas del CD Castellón (Fedpecas) decidieron ayer organizar una romería, al más puro estilo magdalenero, para que un gran número de peñistas y aficionados en general acudan todos juntos en pasacalle.

La idea es quedar todos concentrados en el Mesón del Vino, ubicado en el Pau Gumbau, entre dos horas, y hora y media antes del partido. A partir de ahí, cuando el grupo de albinegros sea importante y ruidoso, se emprenderá una procesión de aficionados por las calles colindantes con Castalia como destino final.

La intención de los responsables de la Fedpecas es inyectar de optimismo a los seguidores que se encuentren desde el Mesón del Vino y que estos se unan a la romería hacia el estadio. La indumentaria prevista será una mezcla de los colores del Castellón con el negro de las blusas de Magdalena y el verde tradicional de gorros y otros distintivos de las fiestas fundacionales. La importancia del partido lo requiere y la afición no quiere fallar.