Hay que partir de la base de que un 1-0 en una eliminatoria a doble partido siempre es un resultado peligroso, pero el actual Villarreal tiene poderío más que suficiente para meter, no uno ni dos, sino más goles si tiene una noche más o menos acertada. Manuel Pellegrini tiene en sus manos un verdadero equipazo, y no creo que se deba sufrir por el balance ofensivo. Ocasiones las habrá para voltear el marcador y seguir adelante en la UEFA.

Por ello, yo me centraría en la misión de no encajar ningún gol. Es el punto donde puede estar la clave del éxito para mi exequipo. El Villarreal tendría que evitar salir al campo con excesiva impaciencia para remontar el resultado de la ida, con el peligro de dejar huecos atrás que pueden resultar letales, ya que un gol del Zenit ya te obliga a marcar tres para pasar.

Un futbolista profesional no puede hacer que los nervios le puedan en estos partidos. Así que mi receta es la tranquilidad. Hay 90 minutos por delante. Con la calidad que atesora el Villarreal y un campo al cien por cien volcado con su equipo, la cosa está prácticamente hecha.