Siempre es un hándicap partir en un encuentro de este tipo con un marcador anterior en contra, pero el Villarreal, y más arropado por su gente en El Madrigal, ya ha demostrado sobradamente que puede alcanzar un nivel muy alto en Europa. Así que veo a los de Pellegrini muy capaces de salir adelante, aunque no es el entorno el que debe creer en el éxito. Para mí, lo más importante es que los propios futbolistas tengan la plena confianza de que se va a conseguir pasar la eliminatoria ante el Zenit. Si salen con esa actitud ya habrá mucho ganado. A partir de ahí, el entrenador debe saber inculcarles la idea de que habrá tiempo de sobra para conseguir los goles necesarios, que esta será una batalla de 90 minutos o, quizás, de más tiempo. Hay que desterrar la precipitación.

Por último, en general los equipos rusos suelen bajar su rendimiento cuando salen fuera. Ellos, en su país, se benefician de unas condiciones climáticas y un estado del campo complicados que les beneficia claramente. Mañana, en Vila-real no tendrán ese escudo. Así que creo, quiero y deseo ver al Villareal en los octavos de final.