--¿Ya se pueden sacar conclusiones de lo que han sido las pruebas invernales?
--No. No se podrán sacar conclusiones hasta que el Mundial llegue a Europa. Cada año hay un poco de incógnita de cómo van a ir las cosas cuando llegues a Australia. Por tanto, a esperar.
--¿Y Renault dónde está?
--Pues bastante atrás. No estamos en condiciones ahora mismo de luchar por nada importante. Creo que Ferrari está delante de todos; McLaren y BMW, también, y nosotros estamos por detrás, en un grupo con Red Bull y Williams. Pero todo puede cambiar rápido.
--¿Ve posibilidades de subir al podio en Australia?
--Muy lejos... Es parecido a como acabó el año pasado: dos Ferrari, dos McLaren y dos BMW, y si todo es así optas a la 7ª plaza. Pensar en el podio es demasiado optimista. Fríamente, es más un sueño que un objetivo al alcance de la mano, por desgracia.
--¿Esperaba esta situación?
--Esperaba evolucionar con el equipo poco a poco, sabiendo que nos queda un largo camino. Sí, estoy donde me esperaba.
--Parece algo abatido.
--Solo intento calmar la euforia. Yo sí esperaba estar así, pero la prensa, no. Anímicamente estoy mil veces mejor que hace meses.
--¿Cómo vio la polémica sobre los incidentes de Montmeló?
--Este no es un país con una afición racista. Puede haber casos aislados, igual que en otros países. Ha sido un hecho aislado de alguien que celebraba el carnaval y vino disfrazado. ¡De una broma, la que se ha montado!
--¿Ha hablado estos días con Lewis Hamilton?
--No he coincidido con él. El año pasado me llamaron perro, como por ejemplo Niki Lauda, y no recibí ningún apoyo. La gente dijo de todo sobre mí, y nadie vino a mostrarme el apoyo.
--Este año puede pasar de luchar por el título a hacerlo por los puntos. ¿Cómo se lo tomará la afición?
--Pasa en todos los deportes. Ningún equipo o deportista gana seguido demasiado tiempo y en este deporte más. Schumacher logró dos títulos con Benetton y luego estuvo cinco años sin ganar. Esto es la F-1.
--Aparte de Ferrari, ¿qué equipo ha sorprendido más?
--BMW. Irán muy rápido. Son los que más me han sorprendido, sobre todo ahora en febrero.
--¿Qué puede decir del último invento de Renault? Le hablo del alerón trasero en forma de W.
--Increíble. Me parece que lo han fabricado en Holanda.
--¿Pero hay algo revolucionario para Australia?
--Nada, nada. Hace un año, en McLaren, también decía que las victorias eran casi imposibles a estas alturas y al final casi se gana el campeonato. Como no tengas una bola de cristal es difícil saber qué pasará. Tienes tus sensaciones de cómo irán las cosas, pero no es seguro al 100%. Ojalá pase lo mismo. Yo peco de pesimismo al afrontar el año y la gente peca de optimismo. Hay que buscar el término medio.
--¿Cree que la F-1 se está futbolizando?
--No creo. Sí es verdad que la culpa la tienen algunos periodistas. No puede ser que yo el martes no entrene por la Lluvia y se diga que estoy esperando a McLaren. Si yo no conozco lo que se hace desde dentro, desde fuera aún es más difícil. Los titulares intentando enfrentar a McLaren, Hamilton y Alonso han creado un poco de símil futbolístico. En un sentido está bien, porque eso provoca más pasión en la gente, pero a veces se escriben tonterías.
