En el primer tiempo del encuentro de ayer en Castalia faltó emoción en el juego desplegado por ambos equipos y vibración en las gradas del feudo albinegro. Parecía que tanto jugadores como aficionados del equipo orellut habían quedado sin mucho apetito cansados con tan largo Pregó.

Las cosas fueron a peor en la segunda mitad del choque. Una dura entrada de Álvaro Baigorri y la teatralera queja del visitante Armenteros provocaron la expulsión del albinegro. Una decisión que se convirtió en un error arbitral, como demostró la milagrosa recuperación del jugador del conjunto sevillista.

Con uno más sobre el terreno de juego de Castalia, entonces la cantera andaluza demostró su enorme calidad. Otra expulsión, que también se pudo salvar con tarjeta amarilla por parte del colegiado, esta vez del visitante Óscar, igualó el número de jugadores sobre el campo y el Castellón se aseguró al menos el empate en el marcador.

Lo que se presumía una buena mascletà deportiva en Castalia, quedó tan solo en piuletà de esos pequeños cohetes festivos que tanto gustan a los padres de los niños traviesos que los tiran y que tanto incordian a los demás. Feliz Magdalena.