La alegría por el 1-2 en Bilbao se amplificó para los intereses amarillos gracias a las derrotas de los dos principales competidores del Submarino por los puestos Champions: Atlético de Madrid y Espanyol. Estos dos tropiezos disparan al Villarreal en la clasificación y le permiten disponer de un comodísimo colchón de siete puntos en su objetivo de mantener plaza Champions.

Los traspiés de madrileños y catalanes, que jugaban a la misma hora que el conjunto groguet, corrieron de boca en boca entre los pupilos de Pellegrini, que no ocultaron su satisfacción por la brecha que han abierto en la tabla: "La jornada ha sido redonda. No solo hemos ganado a domicilio, sino que nuestros rivales han caído derrotados", comentaba un eufórico Capdevila después de hacer el balance de los duelos de ayer. "Estos tres puntos son importantísimos", se reafirmaba.

Capdevila, quien casualmente ha vestido las camisetas de Espanyol y Atlético, volvió a exhibir su oportunismo de cara al gol pese a actuar como defensa. Su diana rubricó la reacción amarilla, en un compromiso que se había puesto en contra en el minuto 2: "Hemos ofrecido dos caras muy diferenciadas. En la primera parte, la imagen ha sido muy mala, por mérito del Athletic, que nos ha perdonado. Y en la segunda mitad, hemos cambiado la actitud y hemos evitado sus continuas interrupciones".

El lateral ilerdense también aseguró que "ahora hemos de centrarnos para volver a vencer en El Madrigal y concienciarnos de que quedan 13 finales". "También hay que valorar que no hemos acusado ni el cansancio ni el palo psicológico por el partido y la eliminación del jueves en la UEFA", concluyó.