El Real Mallorca se impuso por primera vez en su historia en Mestalla, en un encuentro que encarriló pronto, con dos tantos en los primeros 20 minutos. El Valencia se mostró desquiciado como en casi todos los partidos que ha jugado en casa en Liga y en el que nunca creó verdaderos problemas al equipo mallorquín.

La superioridad del equipo visitante no ofreció discusión salvo en los primeros 10 minutos del encuentro y su triunfo fue incluso placentero, ante un rival a la deriva, con graves problemas defensivos y sin ideas en ataque, al que venció a base de sosiego, buena colocación y claridad en el fútbol que propuso.

Nadie podía pensar que el equipo que estaba a merced de los jugadores mallorquinistas, el Valencia, había eliminado al Barcelona de la Copa del Rey y ganado en Liga en el campo del líder en tan solo cuatro días.

El Valencia inició el encuentro bastante centrado, con el ánimo obtenido tras sus últimas victorias, y llevó la iniciativa en el juego hasta que en la primera acción ofensiva del Mallorca, a los 11 minutos, llegó el 0-1, marcado por el delantero Güiza.

A partir de ese momento, el conjunto valenciano volvió a ser el equipo lleno de dudas que se ve semana tras semana en Mestalla, y una falta directa colocada por Ramis en el ángulo derecho de la portería de Hildebrand supuso el 0-2, que dio una moral espectacular a su equipo y obligó al Valencia a buscar la heroica con 70 minutos por delante.

Las alternativas nada más comenzar el segundo tiempo estuvieron al 50%, pero fue Güiza, de cabeza, quien cerró el partido con un cabezazo cuando todavía quedaban 40 minutos. Una vez más, una pañolada despidió a los valencianistas en su estadio.