También Suecia cayó rendida ante el estado de inspiración suprema que atraviesa David Villa. El delantero del Valencia apareció imparable en el tiempo añadido para culminar con el gol del triunfo otro contrataque lanzado por Joan Capdevila.

España sumó así su segunda victoria en la presente Eurocopa para reafirmar la pegada que exhibió el primer día ante Rusia, se metió en cuartos de final y, gracias a la derrota de Grecia, se aseguró la primera plaza del grupo, esquivando a Holanda y abonando las mejores previsiones sobre su futuro en esta edición del campeonato europeo.

Otro gran paso después de haber evidenciado ciertas dudas frente a un rival especulador y haber cometido algún que otro error defensivo, como el que permitió al equipo sueco empatar tras el gol que Fernando Torres consiguió en una astuta jugada de estrategia. La pizarra rindió el mejor rédito posible a la selección española, que se había armado de paciencia para esperar la aparición de alguna fisura en el ordenado aparato defensivo de la selección sueca.

Estaba cantado que el conjunto nórdico saldría a esperar a un rival dotado y educado para llevar la iniciativa en el juego, que se imaginaba que no tendría las facilidades que se encontró en su último enfrentamiento de la fase de clasificación. Entonces, los suecos resultaron un juguete con el que Xavi, Iniesta, Silva y compañía se divirtieron como nunca lo habían hecho antes de la mano del seleccionador español.

SIN CONCESIONES Suecia salió dispuesta a no hacer concesiones al equipo español, se juntó bien atrás y ocupó eficazmente los espacios de manera que los centrocampistas españoles no tuvieron más remedio que manejar la bola sin apenas dar profundidad a su juego. En esas estaba la roja, masticando la manera de abrir brecha en la pared nórdica, cuando llegó el primer córner. Xavi se fue hacia la esquina a la derecha de la portería del guardameta Isaksson, cruzó la mirada con las de Villa y Silva y todos supieron cuál iba a ser el camino a seguir en los siguientes segundos.

Nada de facilitar la labor a los gigantes suecos con un balón colgado al área. Saque en corto del barcelonista para el delantero del Valencia, que fue quien ejecutó el engaño. En vez de ceder de nuevo a Xavi, cambió hacia el vértice del área, desde donde Silva centró al área chica para la aparición de Torres, que se adelantó a Hansson estirando la pierna derecha cuanto pudo para marcar su primer gol en la Eurocopa (min. 15).

Un gol que todo el equipo celebró con entusiasmo incontenible, empezando por Luis Aragonés desde el banquillo español. Era lo que quería España para adueñarse definitivamente del balón y proceder a la ejecución de un ejercicio lo más cercano posible al rondo constante del Bernabéu del pasado octubre.

Pero ni Suecia se prestó a ello tras la lección recibida en el estadio madridista, ni los centrocampistas españoles tuvieron la claridad necesaria para realizar una faena de la estética y eficacia de aquella. Entre otras cosas, porque el papel de Xavi no pudo ser el que interpreta regularmente. Jugó mermado por un golpe tremendo en los primeros minutos y acabó sustituido poco después del descanso. Puyol lo había sido más de media hora antes por lesión. Tampoco Iniesta tuvo su mejor tarde. Apenas pudo progresar por esa banda derecha.

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