En Austria, Cazorla cuenta con el apoyo de su familia y también del Villarreal. Allí tiene, entre otros, a su madre, a su hermano y a su novia, con los que aprovecha para hablar o pasar los pocos ratos de asueto, como el que los hombres de Luis Aragonés disfrutaron ayer, entre el entrenamiento matinal y la medianoche.

Poco a poco, una frase aparece en las llamadas y los mensajes que reciben en su móvil. "Oye, ¿no te sobrará alguna entrada para el partido contra Italia?". El asturiano, por su parte, sonríe. "Cada día que pasa, tenemos más compromisos con las localidades. No sé cuántas nos darán, pero espero que sean muchas", afirma. "Sé que vendrá mucha gente de Vila-real y creo que necesitaré unas 15", añade.

De hecho, el presidente del Villarreal, Fernando Roig, lleva varios días por tierras austríacas. El miércoles vio el encuentro frente a Grecia en Salzburgo y el domingo se le espera, en compañía del consejero delegado, José Manuel Llaneza, en Viena, para asistir al duelo de cuartos de final contra Italia.