Si no hay sorpresas, Luis Aragonés repetirá contra Rusia el equipo que empezó ante Italia, la misma alineación con la que España debutó en el torneo ante su rival de mañana. Supersticioso como pocos, el técnico no hará experimentos. Los números le avalan. La selección es la única invicta del torneo, tiene el mejor ataque y la defensa más sólida. Lo que sí cambiará es la camiseta. España vestirá de amarillo, color que no gusta mucho al míster.