El presidente del Valencia, Vicente Soriano, es también desde ayer el máximo accionista de la entidad y, prácticamente, dueño del club, tras confirmar que ha ejecutado la opción de compra que tenía sobre el paquete accionarial de Juan Soler. La compra, que ya se anunció cuando Soriano llegó a la presidencia, ronda los 60 millones de euros y deja a Soriano con un 47% de los títulos.

El presidente del Valencia llegó a un acuerdo con Soler el pasado mes de julio cuando accedió a la presidencia, tras la salida del club de Juan Villalonga. Soriano se comprometió a comprar las acciones de Soler --alrededor del 37% del total de la entidad-- antes de que finalizara el año.

Soriano comenzó a gestionar el Valencia gracias a la cesión de los títulos de Soler, y el respaldo de este, pero al mismo tiempo se comprometió a comprar las acciones a la familia Soler por una cifras que rondarían los 60 millones de euros, que, presuntamente, al final habrían sido más. Finalmente, el presidente no ha esperado a que acabase el año para ejecutar la opción de compra y con esta transacción, por un lado consigue legitimar su mandato y, por otro, que Juan Soler sea historia en la entidad valencianista.

EL FIN DE LA ´ERA SOLER´ La familia Soler, con Juan Bautista y su hijo Juan a la cabeza, llegaron al Valencia en el verano de 2004 en un momento de máxima turbulencia, tras adquirir el paquete accionarial del que fuera presidente del club Paco Roig. Juan Soler llevaba casi un año preparando su salida. Primero se marchó de la presidencia y colocó a Agustín Morera, después buscó un gestor, Juan Villalonga para que reflotara económicamente el club, y finalmente cedió sus acciones a Soriano para que gobernara, con la condición de que se las comprara finalmente.