El Castellón vivió ayer un día negro. Otro más en este fatídico 2008, tal vez el más dramático de todos. Carlos López Mor, un chaval que iba de Onda a la Ciudad Deportiva para entrenar con el filial, fallecía como consecuencia de un accidente de tráfico. Tenía 20 años, un presente esperanzador y un futuro muy prometedor, después de que este verano hubiese disputado varios amistosos con el primer equipo albinegro, a raíz de las lesiones de otros delanteros, como Tabares, Reggi y Pau.

La vida de Carlos López (Onda, 13/6/1988) quedó truncada en el kilómetro 980 de la N-340, entre el Hospital La Magdalena y la ermita del mismo nombre, en dirección Valencia, a muy escasa distancia de su habitual destino. Pasaban pocos minutos de las nueve de la mañana y Carlos quería llegar con suficiente antelación a su lugar de entrenamiento. Siempre era de los primeros, pero ayer nunca llegó. Su Opel Astra quedó empotrado con un camión, marca Renault, de Quintanar de la Orden (Toledo).

Los bomberos del Ayuntamiento de Castellón, una vez recibieron el pertinente aviso a través de 112, tardaron prácticamente una hora en excarcelar el cuerpo, ya cadáver, de Carlos, antes de limpiar la calzada y restablecer con normalidad el tráfico.

UN MAR DE LÁGRIMAS Como todas las malas noticias, el suceso corrió como un reguero de pólvora. En el Castellón, su director deportivo, Dani Barroso, era el encargado de comunicar el fatal desenlace. Tanto la Ciudad Deportiva como Castalia, donde estaba ejercitándose el primer equipo, vivieron escenas muy similares: lágrimas, nervios, llantos, incredulidad. Los dos entrenamientos fueron inmediatamente interrumpidos. El fútbol quedaba relegado a un segundo plano.

El sepelio tendrá lugar a las seis de esta tarde, en la iglesia del colegio de El Carmen de la localidad natal del futbolista. Allí acudirán la plana mayor del Castellón y del Villarreal, clubs por los que había pasado y en los que, pese a su juventud, había dejado huella. Las dos entidades emitieron comunicados en los que mostraban sus condolencias por esta tragedia. El Onda, en boca de su presidente, Juan Carlos Ten, también comunicó el pésame a los familiares del tristemente fallecido.

Todos los partidos del fútbol base del Castellón de este fin de semana han sido suspendidos --también lo intentaba el Onda, que chocó con la insensibilidad de la Federación Valenciana--. Además, los jugadores del primer equipo lucirán brazaletes negros en sus camisetas en el partido de Salamanca, el que también se guardará un minuto de silencio, además de saltar al campo con una camiseta en la que se recuerde a un buen jugador y mejor persona, como le definían los muchos que le habían tratado.

Descanse en paz.