No es un partido más, ni mucho menos, como tampoco lo sería la victoria, más ansiada que nunca para brindársela a un compañero que ya no está.

El Castellón, todavía conmocionado por el trágico accidente de tráfico que costó la vida a Carlos López, un chaval de 20 años que ya había jugado con el primer equipo, afrontó un largo viaje hasta Salamanca con percepciones contradictorias. Por un lado, el pesar por quien encontró la muerte camino de un entrenamiento; por otro, el deseo de tratar de recobrar la normalidad. Porque la vida sigue y, a las seis de esta tarde, esa normalidad pasa por disputar un encuentro.

No, eso no significa que vayan a olvidar a Carlos. Lo tendrán presente antes, en los brazaletes o en la camiseta que lucirán cuando salten al terreno de juego y en el minuto de silencio previo. Pero también en cada centro, en cada disparo, en cada acción. Quieren ganar por él y para él. Incluso lo del liderato, compartido o no con el Rayo --tras los empates de ayer de Hércules y Real Sociedad--, queda esta semana relegado a un segundo plano. Ya habrá tiempo para celebraciones de este tipo.

El club también reforzará su respaldo a la plantilla. Como ya viene siendo habitual, el consejero Lorenzo Casanovas viajó en el autobús a Salamanca, a donde también acudirán hoy José Laparra y José Manuel García Osuna.

UN TRABAJO QUIRÚRGICO En las últimas horas, Abel Resino ha tenido que ejercer más de psicólogo que de entrenador. Por eso, la sesión de ayer, a puerta cerrada, tenía más que ver con una terapia de grupo que con el ensayo de la estrategia o de movimientos defensivos y ofensivos. Los futbolistas afrontan sensaciones extrañas que el técnico debe extirpar para que sean capaces de dar lo mejor de sí mismos, como lo han estado haciendo en las cuatro jornadas contabilizadas.

"Ha sido una desgracia tremenda, todos estamos muy apenados. Había hecho una muy buena pretemporada con nosotros y le habíamos cogido cariño. Desgraciadamente, la vida sigue. Ahora, el mejor homenaje que podemos hacer por él, es ganar", decía Abel, a pie del autobús.

Las lesiones de Aurelio, Rafita, Baigorri y Reggi, unida a la sanción de Mantecón, deja a Abel con solo 18 efectivos. Su único descarte fue dejar en casa a Pau, el que más había tratado a Carlos López por coincidir ambos en el filial. El técnico toledano certificó la recuperación de Mora, Zamora y Carlos Sánchez, tras una semana marcada por las molestias. Queda en el aire saber cuál será la alternativa que escoja para relevar a un fijo como Mantecón.

Poner a Dani Pendín significaría un cambio de hombre por hombre. Si Abel retrasa a Mario Rosas, opción a todas luces más ofensiva, deberá buscar, a su vez, un hombre para la mediapunta. En ese caso, sacar a Perico para que Gari Uranga centre su posición o apostar por Nsue en detrimento del malagueño, serían las soluciones con más opciones. El resto del once no debería variar.

Mientras, el Salamanca recupera a Quique Martín, que no será titular. Jurado, Toti, Zé Tó y Sergio Postigo no jugarán.