De nuevo buena entrada en el pabellón Juan Bautista Llorens para ver un partido equilibrado en ocasiones y dominado en el juego por los locales, pero que a la postre se llevó el Serelles Alcoy. El triunfo de los alicantinos puede calificarse de merecido y estuvo basado en una buena defensa que se convirtió en infranqueable para los locales.

El choque comenzó bien para los de Juanan Endrino, merced a un tempranero gol de Lluís, pero la alternancia y la igualdad en el tanteador fue la tónica de la primera mitad. González conseguía casi de inmediato el primer empate. Albert deshizo tres minutos después la igualdad, pero García aprovechó un rechace para establecer el empate a dos, resultado con el que se llegó al final de los primeros 20 minutos.

La igualdad continuó siendo la tónica en los compases iniciales de la segunda mitad hasta que, de nuevo González, adelantó a los alicantinos. Ese gol sentó como un auténtico jarro de agua fría para los locales, del que ya no conseguirían reponerse. Una ansiedad desmedida y un desorden irreparable, unido a una falta de acierto sorprendente, hicieron que los visitantes aprovecharan uno tras otro los errores infantiles cometidos por los amarillos.

Con 2-4, Juan Antonio Endrino apostó por el portero-jugador, pero esto no sirvió a los amarillos para recortar la diferencia. Quien sacó provecho fue el Alcoy que, en los cinco minutos finales, anotó dos tantos más desde su campo, uno de ellos por medio de su portero, Peinado, quien, con el definitivo 2-6, redondeó su buena actuación bajo palos.