El Celtic de Glasgow tiene una organización defensiva aceptable, con dos centrales fijos, Gary Caldwell y McManus --ambos internacionales por Escocia--, y más variaciones en los laterales, con Wilson, Naylor y el alemán Hinkel alternándose. Es una línea bastante regular como tal, aunque alguna vez llegan fallos gruesos a nivel individual.

A partir del repliegue defensivo, si consiguen recuperar la pelota, buscan el fútbol de ataque directo, vertical, con muy poca elaboración; ataques cortos y simples, buscando el factor sorpresa. La zaga escocesa es muy vulnerable se recuperas rápido el balón y los encaras en carrera.