No es una situación nueva en el Castellón. De hecho, Tabares la vivió la temporada pasada: la falta de gol de los delanteros.

Cinco jornadas, cero goles. Es un dato frío, pero que refleja este divorcio de los cuatro delanteros del Castellón (no cuenta el inédito Reggi). Una cifra que ha impedido que el Castellón esté más arriba en la clasificación. De hecho, con un mínimo más de acierto de alguno de ellos, los albinegros podrían estar, perfectamente, como líderes en solitario --lo hubieran sido, de haber ganado en Salamanca, que le quitó el privilegio--, circunstancia que no sucede desde hace 16 años.

Tabares, Ulloa, Nsue y Pau. Cuatro hombres y un destino: ver portería. Solo lo ha conseguido El Huracán, aunque fue en la Copa del Rey y con la colaboración involuntaria del portero del Eibar. Al menos, fue decisivo en la acción que dio el pase a la tercera eliminatoria de esta competición.

Hasta ahora, el balance realizador no es excesivamente boyante: un tanto por encuentro. De ellos, solamente tres han sido en jugadas elaboradas, porque los otros dos permitieron auparse a Mario Rosas al liderato de la tabla de pichichis, que ahora comparte con otros cuatro futbolistas.

LA MISMA HISTORIA El año pasado, los atacantes albinegros ya vivieron una sequía prolongada en el tiempo durante cuatro meses. Tabares abrió y cerró la racha entre las jornadas 8ª a 22ª (ambas inclusive). En esos 15 encuentros, el Castellón anotó solo 10 tantos, con la firma de Perico, Rafita, Mora, Arana, Oberman, López Garai y Mario Rosas, pero no de El Huracán, Reggi y Nakor, la nómina de delanteros de la 07/08.

Abel ha demostrado una fe ciega en Ulloa, en quien ha confiado las cinco titularidades. No obstante, el crédito no es ilimitado y puede haberse agotado. Más allá de su falta de gol, la aportación de El Ciclón, lejos de crecer con el transcurso de las jornadas, ha menguado. Las sensaciones que ofrece es que sufre como un bloqueo físico y mental. Si bien Tabares no se ha estrenado, sus vibraciones son diferentes. En las dos últimas semanas (Albacete y Salamanca), el equipo ha tenido otro aire en los dos ratos que salió.

Ulloa llegó precedido de unas elevadas expectativas, generadas por los 650.000 euros que el Castellón pagará por él al San Lorenzo de Almagro. Expectativas que él mismo alimentó con cuatro dianas en sus tres primeros amistosos. Pero, desde ese instante, ha caído en un agujero negro que amenaza con engullirle.

Nsue aterrizó con unas perspectivas muy similares. Su ilusionante puesta en escena en la Copa del Rey ha ido diluyéndose y, seguramente, guarda mucho más de lo que ha exhibido hasta ahora, al igual que el anterior.

No puede decirse nada en contra de Pau, más que ha merecido más oportunidades que ese solitario cuarto de hora que disfrutó en Huesca. El betxinense, tanto allí como luego frente al Eibar en el torneo del KO, ha reclamado una mayor atención a Abel.