Los señores García Osuna y Blasco pudieron comprobarlo ayer a través de la televisión. Aquí no hay "crisis de la cerámica" --como ellos argumentan como excusa-- que valga. El Madrigal registró un clima impresionante para recibir al Atlético porque el club amarillo camina con un proyecto que convence a los aficionados provinciales al fútbol. Me atrevería a decir más, el deporte es una válvula de escape para muchos ciudadanos que lo están pasando mal con la que está cayendo sobre nuestra economía.

Así que García Osuna y Blasco tienen a su alcance reforzar al Castellón de la forma debida cuando llegue el mercado de invierno para intentar luchar por el ascenso a Primera División. Seguro que entonces verían cómo el estadio Castalia también presenta un ambiente de lujo para animar a los jugadores albinegros en todos los partidos que disputen como locales.

El Castellón dio un golpe de autoridad con su victoria ante la Real Sociedad. Desde el mes de abril que no ganaban a domicilio en Liga. Ya era hora. Se trata de seguir esa línea, hacerse muy fuertes en casa y asimilar la defensa tan adelantada que implanta Abel Resino, sistema sobre el que continúo acumulando dudas.

En El Madrigal, el Villarreal hizo lo más difícil con la remontada espectacular en solo 10 minutos, pero después el equipo de Manuel Pellegrini se descompuso con los cambios porque en la plantilla amarilla hay jugadores de dos velocidades. El entrenador chileno va a sacar muchas conclusiones de lo sucedido ante el Atlético de Madrid cara al futuro. Ya verán.