Mis temores se disipan. Me comentaba el viernes un amigo común de Abel Resino y mío que el entrenador albinegro tiene una tremenda ilusión con la Copa del Rey. Parece que por primera vez en muchos años un inquilino del banquillo de Castalia --si no me engañan-- piensa tomarse el torneo del KO en serio. Sí, por una vez, insisto si Abel no cambia de opinión, un técnico se dejará de un lado lo que considero un topicazo en Segunda División y en cualquier equipo de Primera que no juegue una competición europea o tenga su plantilla repleta de internacionales, como es esa moda de las rotaciones. El miércoles se prepara una bonita noche de fútbol en Castalia. El Betis es uno de los equipos que cuenta con un mayor número de simpatizantes en la liga española y, además, deportivamente es un club muy atractivo para el espectador. El Consejo, esta vez, ha pensado en el aficionado y ha colocado precios asequibles en taquilla, teniendo en cuenta la categoría del rival.

Abel considera que el Castellón cuenta con un tercio de posibilidades de superar la eliminatoria, un porcentaje que no está nada mal. El club también le ha dicho al oído al entrenador que meterse en octavos de final podría significar un cruce con cualquiera de los grandes de la Liga, dígase Villarreal, Real Madrid, Valencia, Barcelona o Sevilla, con lo que implicaría en lo deportivo y, por supuesto, en lo económico. No quiero ni acordarme de temporadas anteriores y de la tomadura de pelo a la afición que supuso el desprecio al torneo por parte del entrenador de turno. El último, y más grave, el de Pepe Moré en aquella eliminatoria, con Castalia lleno hasta la bandera, contra el Villarreal y en la que el equipo de Primera División alineó un once más próximo al titular que el club de Segunda División.

¿Por qué no puede dar la sorpresa el Castellón? Espero que Abel siga evidenciando la misma sensatez de la que ha hecho gala hasta la fecha. El miércoles vuelve el fútbol de solera a Castalia. Ojalá sea solo un adelanto de un futuro cercano.

El Castellón cuenta con cinco jugadores que podría jugar en muchos clubs de Primera: Carlos Sánchez, Mario, Mora, Dealbert y Manolo Arana. Cosas del fútbol, la eclosión de este último tardó un año más de lo previsto porque a Moré no fue valiente para darle la oportunidad cuando despuntaba especialmente en el filial. No había ningún futbolista en el primer equipo en aquel entonces que tuviera tan siquiera la mitad de desequilibrio que poseía el exjugador del Betis, precisamente cuando al Castellón flojeaba en el juego por las bandas. Su salto al fútbol profesional no lo podía frenar nadie y, por tanto, llegó aunque con mucho retraso. Ahora, varios equipos como el Racing, Valladolid, Mallorca, Málaga, Deportivo o Almería le siguen los pasos desde hace varias jornadas. Solo hace falta que alguien se preocupe de mirar en los palcos de Castalia o de los estadios donde juega el Castellón como, por ejemplo, ayer en Anoeta.

Arana está blindado en tres millones de euros. El año que viene jugará en Primera. Ojalá sea con el Castellón.