El Villarreal va a viajar el domingo a Madrid para enfrentarse a un Atlético tocado tras su eliminación en la Champions. Los colchoneros se quedaron fuera de los cuartos de final en Oporto por el valor doble de los goles (2-2, en la ida), en una cita que condenó el conservadurismo de los de Abel.

El técnico del Atlético sorprendió con una alineación en la que eligió a Sinama Pongolle, en detrimento de Forlán, el máximo goleador del conjunto, con la que el entrenador pretendía dar más velocidad y dinamismo al ataque.

Sin embargo, el cambio táctico, que otorgó equilibrio defensivo, dejó a Agüero aislado, ya que en las jugadas en las que el Atlético conseguía llegar a línea de fondo y centrar, faltaba un matador. El Oporto, al contrario, tomó la iniciativa del partido y atacó por los costados, donde Hulk fue el más buscado. La zaga española le anuló con un marcaje estrecho, en el que un defensa se pegaba al ariete y otro apoyaba de cerca.

El Atlético se fue al descanso con la sensación de poder dar la vuelta al partido. Sin embargo, la buena tendencia rojiblanca registrada al final del primer periodo no tuvo continuación y los dragones reivindicaron su papel de anfitriones con más intensidad en el centro de campo. La eficacia defensiva de los de Abel era clara, pero de poco servía cuando se necesitaba un gol para llegar a los cuartos de final. Forlán, que entró al comienzo de la segunda parte, ya no tuvo tiempo de levantar un resultado que condena el conservadurismo colchonero.