Mientras la plantilla albinegra permaneció aislada --que no desconectada-- de los asuntos referentes al futuro de alguno de sus miembros para la próxima temporada, la tranquilidad predominó no tan solo en el grupo de profesionales, sino también en el entorno del club. Pero el Valencia, de la mano de su vicepresidente deportivo, Fernando Gómez, abrió la caja de los truenos oficializando el fichaje del capitán Ángel Dealbert para la próxima campaña.

Desde ese momento, todos los temas relacionados con el futuro, las posibles despedidas o las posibles renovaciones se han magnificado de forma descontrolada, hasta el punto de que, tras el varapalo ante la Real Sociedad, Paco Herrera no se cortó al apuntar que algunos de sus futbolistas estaban ya más pendientes de su futuro que de la competición.

Uno de los grandes damnificados por el aireo de negociaciones de futuro ha sido Dealbert. El central, pese a reiterar que no piensa en otra cosa que no sea el Castellón hasta el 30 de junio, tuvo que soportar el sábado los primeros silbidos de una parte de la grada que no ve con buenos ojos su elección de vestir la camiseta del Valencia. También López Garai, tras no aceptar la oferta de renovación que le ha planteado el club, está en el ojo del huracán, sobre todo tras trascender el interés de la Real por el centrocampista. Otros, como Perico o Arana, ya se ven fuera del club, el primero porque el Castellón no piensa plantearle ninguna oferta; el segundo, por todo lo contrario: su futuro está en Primera.