REY EN LA LLUVIA. Un cerdito que su padre le regaló tras un accidente de kárting y unas monedas de la suerte. Eso es todo lo que necesita Sebastian Vettel para abusar de los rivales bajo la lluvia, el elemento en el que más deja traslucir su enorme talento. Así es este joven alemán (3 de julio de 1987, Heppenheimde). Bajo la lluvia estuvo a punto de ganar en su debut con Toro Rosso en Japón-2007, y bajo el agua dio en Monza-2008 el primer triunfo en la historia a la escuadra italiana, donde arrebató a Alonso tres récords de juventud (´pole´, podio y victoria). Es un tipo feliz, con carisma, un niño encantador. Vive solo en Suiza, no tiene novia y no necesita representante. Tiene a Michael Schumacher, con quien habla por teléfono muy a menudo y quien desea llevarle, algún día, a Ferrari. "Soy muy feliz", dijo tras dar la primera victoria a Red Bull, el equipo de Dietrick Mateschitz, el dueño de la marca energética.

YA ES FAVORITO. Su buen hacer en el Gran Premio de China --además de ganar la carrera, logró la ´pole´--, el perfecto funcionamiento de los Red Bull y una temporada loca provocan que en estos momentos Vettel pueda considerarse uno de los favoritos al título. El alemán reconoció tras la carrera que le ayudó mucho el hecho de no tener a ningún piloto por delante. "Mis condiciones han sido las deseadas por cualquier piloto, pero con agua no te puedes fiar y debes estar atento en todo momento", argumentó ayer domingo.