Siete jornadas sin ganar sirven para acumular cuentas pendientes. Y bastantes. Por eso, el partido frente al Hércules se presenta como una oportunidad que ni pintada para ganar y, cuanto menos, esbozar una sonrisa, perdida después de que el Castellón haya dejado escapar el tren del ascenso a Primera División.

Por eso, sin excesivas aspiraciones clasificatorias en las nueve largas jornadas que restan por delante, es la hora de apelar al orgullo. Orgullo para demostrar, y demostrarse a sí mismos, que este equipo, hasta no hace mucho, tenía la vitola de candidato al ascenso. Orgullo para empezar a reconstruir el fortín de Castalia, perdido tras una temporada en la que se ha mostrado excesivamente permeable. Orgullo para derrotar a un rival histórico, tal vez el más enconado de los que integran la actual composición de la categoría de plata. Orgullo para esto y otras muchas cosas...

Los jugadores dan la sensación de haber recogido el guante. La etapa de desconexión, aquel tramo que sigue, sin solución de continuidad, a cuando un equipo pierde de vista sus objetivos, ha quedado atrás. Primero, con el empate a última hora frente al Zaragoza, rescatando algo más que un punto. Después, con otra igualada en Murcia, habiendo desaprovechado un 0-2 a favor.

Hay que esperar que todos se sumen al mensaje de Arana. "¿Que no nos jugamos nada? Nosotros nos jugamos mucho, como devolver la alegría a la gente después de siete partidos sin ganar", certifica el andaluz, uno de los que más se juega, porque sabe que está en el escaparate. "Estamos empezando a ser de nuevo el equipo que éramos", agrega.

EL FACTOR CASTALIA Quedan cuatro encuentros en el coliseo de la avenida Benicàssim. Compromisos que el Castellón desea sacar por delante para, como mínimo, tener satisfechos a sus aficionados. Es lo que piensa Arana. "Aunque hayamos dejado escapar varios empates por culpa de goles en los últimos minutos, siempre hemos sido un equipo fuerte en casa. Debemos defender nuestro territorio", subraya.

Mora también trata de subirse a ese carro. Hay otro aire en el vestuario, un ambiente menos oscuro que en las últimos tiempos, no solo porque el sol esté brillando esta semana más que en ninguna otra de esta avanzada primavera. Los futbolistas han aparcado las diferencias que podían haber en aras de un objetivo común: certificar que a este Castellón no se le ha olvidado ganar.

"En Alicante ya demostramos que podemos jugarle de tú a tú", avisa al Hércules, "que es lo que intentaremos hacer ahora en Castalia: dar la cara", manifiesta Mora, que también se agarra a ese cambio de imagen ofrecido por el equipo ante Zaragoza y Murcia.

"Ellos se juegan mucho", remata el canterano, "pero nosotros también les tenemos ganas".

Que así sea y que Castalia celebre mañana la primera victoria en un par de meses.