Se imaginan una línea de salida con motos antiguas, todas ellas con la misma cantidad de gasolina en el depósito y en la que se valore la capacidad de amortizar el combustible por delante de la velocidad. Esta es la definición de la Prueba del Litro, que mañana vivirá su quinta edición y con la que los miembros del Club Moto Clásica Castellón rinden un homenaje a los moteros antepasados que competían para comprobar que cacharro gastaba menos y corría más kilómetros.

Todo aquel que tenga una moto de antes de la década de los 80 y esté en condiciones de competir puede darse cita a partir de las 9.30 horas a la avenida Rey Don Jaime de Castellón. Allí podrá inscribirse para tomar la salida media hora más tarde con el único propósito de ser el piloto que más vueltas dé al improvisado circuito. Lo que prima es la resistencia en las cuatro categorías existentes: motos hasta 100 cc de 2T, hasta 100 cc de 4T, más de 101 cc de 2T y más de 101 cc de 4T. Los tres primeros de cada manga se llevarán premio y también lo harán el más joven y el más veterano.

Rescatar las motos

La prueba del litro no es nueva. Antaño se hacía en el Ribalta, pero el Club Moto Clásica Castellón --creado en el año 2000-- recuperó esta iniciativa desde hace unos años. Y es que uno de sus objetivos es rescatar aquellas motos antiguas para que no se pierdan, con lo que ofrecen ayuda a todos aquellos que tengan un tesoro de este tipo. Hasta ahora ya ha restaurado más de 300 motocicletas.