Hace siete días parecía imposible que el equipo fuera capaz de sumar cuatro puntos en estos tres partidos que ha tenido que disputar en una semana. Sin embargo, ha firmado una tarjeta con siete de los nueve posibles, que han facilitado poder volver a creer en que no está tan descartado disfrutar de las competiciones europeas en la próxima temporada.

Motivos para desconfiar de la capacidad de reacción había de sobra. El principal, que se ha tardado una vuelta entera en ganar fuera. Pero hasta en eso se ha llegado a tiempo. Al igual que frente al Recre, las formas no fueron las más apropiadas para ganar. En esta ocasión la estadística habla por sí sola, de tres tiros, dos goles, resultando angustioso observar los primeros planos que la televisión ofrecía de los amarillos a partir del minuto 15 de la segunda parte, con rostros que transmitían la viva imagen del sufrimiento a base de resoplidos por el cansancio, el esfuerzo, y los continuos avances de los azulones.