Tres semanas y cinco amistosos. Ese es el tiempo y los ensayos que le han bastado a Ernesto Valverde para ensamblar las piezas del nuevo Villarreal, que ya está listo para su estreno oficial, el jueves ante el NAC Breda en la ida de la ronda previa a la fase de grupos de la Europa League.

El entrenador del Villarreal ha aprovechado al máximo el limitado periodo de 21 días del que ha dispuesto para trabajar con el grupo al completo, con algunos contratiempos por el camino, como la fecha FIFA de la pasada semana --que le quitó seis internacionales durante cinco días-- o la esperada recuperación de Marcos Senna, que no se hizo efectiva al cien por cien hasta mitad de este mes de agosto. Pero Ernesto Valverde ha salido airoso y ya tiene perfilado el once del debut, el de su primer examen de consideración en su nueva etapa en el banquillo del Submarino.

Precisamente, la incógnita de Senna ha sido su principal caballo de batalla en las últimas semanas, más que nada debido a la sanción de Eguren que le impedirá tomar parte en los dos primeros encuentros de la Europa League. El centrocampista hispano-brasileño ha respondido bien a los tests y su rendimiento ha ido in crescendo desde su reaparición en Cáceres. Allí, hace nueve días, superó la veintena de minutos. En El Madrigal, ante el Genoa, ya disputó media parte; y el pasado sábado, en Tarragona, Valverde ya forzó un poco más la máquina situándole una hora sobre el terreno de juego.

Senna --ayer lo hizo de nuevo-- acepta su grado de responsabilidad y compromiso con el grupo, ofreciéndose como la primera alternativa para cubrir el vacío de Eguren en el primer compromiso europeo. Él mismo será el que deberá valorar en las próximas horas sus prestaciones. Pero, por si acaso, Valverde no ha perdido el tiempo en la pretemporada y ya ha planeado alternativas.

IBAGAZA Y PIRÈS Y en ellas entran en juego dos de los hombres con los que el técnico ha mantenido una comunicación más fluida. Ibagaza y Pirès han respondido con solvencia al reto que les ha planteado Valverde este verano de llevar la manija organizadora del equipo, con lo que el Villarreal dobla sus opciones en el doble pivote. Ya no son únicamente Marcos Senna y Bruno los obligados a llevar el peso de la medular, sino que el nuevo rol del argentino y el francés permite compartir responsabilidades.

En el estudiado Villarreal de Valverde es lo único que queda en el aire a 48 horas del examen en Holanda. El resto no ofrece dudas. Cazorla es el alma creativa. Diego López, Venta (con opciones para Ángel), Gonzalo, Godín y Capdevila es el muro defensivo en el que el cacereño confía para su primera gran misión como amarillo. Arriba, Rossi y Nilmar hacen de su caché una pesadilla para cualquier defensa.