Dos pequeños obstáculos separan al Villarreal de la fase de grupos de la Europa League. El primero es el NAC Breda, que pese al 1-3 de la ida y a que su realista entrenador vea "casi imposible" la clasificación, intentará que suene la flauta esta noche en El Madrigal (20.30 horas, Canal 9). El segundo es la relajación. El Submarino se siente y es favorito, pero eso no debe ser óbice para que los de Valverde salgan al campo con la misma concentración que en la ida. Jugar una competición continental debe ser una motivación suficiente.

El entrenador amarillo va con todo. Pese a que no quiso dar pistas sobre si introducirá rotaciones con vistas al encuentro ante Osasuna, convocó a toda la artillería. Salvo el sancionado Eguren; los lesionados Bruno y Marcano; y Escudero, descartado por decisión técnica, el Villarreal saldrá con un once de gala. El Madrigal tendrá la ocasión de ver en partido oficial al equipo 09/10.

LA SÉPTIMA GESTA Cuando Fernando Roig tomó las riendas del club hace ya 13 temporadas, nadie medianamente cuerdo podía pensar que el Submarino alcanzaría las cotas actuales. ¿Nadie? Bueno, quizá el presidente sí lo barruntaba. Solo así se entiende que un equipo situado en una población de unos 55.000 habitantes haya estado ya en siete ocasiones en competición europea.

El partido de vuelta de la eliminatoria de Europa League ante el Breda tiene que servir para realizar una nueva gesta. No por habitual, la participación del Villarreal en Europa es menos meritoria. El equipo amarillo ha estado ya en dos Ligas de Campeones y en cuatro Copas de la UEFA. Hoy, salvo debacle, se conseguirá acceder a la nueva Europa League.

El equipo dirigido por Ernesto Valverde estaría clasificado incluso con una derrota por 0-2, aunque a buen seguro nadie en el Submarino firmaría este resultado. La fiel afición amarilla --ya se están rozando los 19.000 socios--, quiere disfrutar de las diabluras de Nilmar, de la recuperación de Senna, de la magia de Ibagaza o Cazorla, de la consolidación de Cani... Para ello, hay que vencer y convencer ante el NAC Breda.

El cuadro holandés, por su parte, llega al encuentro tras perder en su Liga y tratará de restaurar su imagen, ya que hasta el varapalo recibido ante el Villarreal se había mostrado como un equipo sobrio en los primeros compases de la temporada. El conjunto de Robert Maaskant recupera para la cita a uno de sus principales activos, Amoah, aunque comenzará el choque en el banquillo.