El Valencia arrancó la Liga con un gran triunfo ante un rival directo como el Sevilla, gracias a dos goles de sus apuestas de futuro, Mata y Pablo, que certificaron un partido serio de los locales ante un equipo andaluz que jugó la segunda parte en inferioridad por la expulsión de Kanouté.

El equipo de Emery tenía un examen duro, pero su solidez en defensa, el buen trabajo de creación de Banega y la inspiración de sus estrellas dio al traste con los intereses de los de Jiménez.

Desvelada la incógnita de la portería valencianista con Moyá bajo los palos, el duelo arrancó con ambos equipos tratando de presionar arriba y beneficiarse de la rapidez de sus hombres de banda para abrir el campo y acechar el área contraria, aunque con el transcurrir del partido se diluyó esa intensidad. El primero que avisó fue el Valencia con un zurdazo de Pablo que obligó a Palop a lucirse en la que fue la ocasión más clara de la primera parte.

El Valencia, con Banega y Silva muy activos, era el que más cercaba las inmediaciones de Palop, aunque el Sevilla no renunciaba al ataque, lanzado por la fuerza de Zokora. Parecía que resurgían viejas rencillas y rivalidades y el partido se hacía más bronco, con faltas continúas y, falto de ritmo, por lo que el nivel de juego de ambos equipos decreció.

La recta final del primer tiempo fue intensa, después de que un remate de Silva en el límite del área pequeña, tras un gran centro de Pablo por la derecha, se frenara entre las piernas de Palop y en la siguiente jugada, una plancha de Kanouté a Marchena supusiera su segunda cartulina amarilla y su consecuente expulsión, a un minuto del descanso.

La reanudación no pudo comenzar mejor para el Valencia. Una triangulación entre Villa, Banega y Mata acabó con un gran disparo del burgalés que se coló sin remedio en la meta de Palop.

El Sevilla se vio asediado y Jiménez tuvo que mover su banquillo y dar entrada a Negredo para tratar de reactivar su ataque, pero tampoco el joven delantero dio alegría al juego visitante.

El Valencia había encontrado su acicate y buscaba con más ahínco la puerta rival. Por su parte, el Sevilla trataba de conseguir el empate a balón parado. Un disparo seco y duro de Negredo puso al Valencia en vilo, pero los locales no dieron opción y, tras un pase de Banega, Pablo firmó el 2-0 con un disparo lejano que elevó con frialdad sobre Palop y que daba los primeros puntos del curso a los de Unai Emery.