El Villarreal tiene una única obsesión para el partido del próximo sábado en el Camp Nou: el balón. Ese es, precisamente, el gran arma del Barcelona de Pep Guardiola, acostumbrado a avasallar a sus rivales a base de infinitas posesiones. Para los jugadores amarillos, tratar de que los azulgranas no disfrutén de él durante el máximo de minutos es la clave para iniciar el 2010 de la mejor manera posible.

Bruno y Cani, si Ernesto Valverde sigue manteniendo su plena confianza en ellos, serán dos de los principales responsables de intentar esconder el esférico al equipo que manda actualmente en el fútbol mundial. "El Barça aguanta mucho la posesión de la pelota y será muy difícil robársela, sobre todo en su casa. Pero a nosotros nos favorece también tener el balón e intentaremos que ellos lo tengan lo menos posible para así hacerles daño", analizaba ayer Bruno. Cani coincide con el de Artana: "Para hacerle daño al Barcelona tienes que tener el balón, pero no es una tarea fácil por su calidad y porque, además, presionan mucho".

El aragonés confía en la tradición de las dos últimas campañas, en las que el Villarreal ha salido indemne del feudo culé. "Llevamos dos años seguidos puntuando, ¿por qué no lo vamos a hacer un año más?", decía el 10 amarillo, consciente de que esta temporada "aún no ha ganado nadie en el Camp Nou".

DESCONFÍAN DE LAS BAJAS Los de Valverde tienen claro que minimizar los porcentajes de posesión del Barcelona será de vital importancia, pero también que no pueden confiarse por las importantes bajas que puede presentar el conjunto azulgrana ante el Submarino. Keita, Touré Yaya, Iniesta y, muy seguramente Messi, dejarán de ser una amenaza para el Villarreal, "pero seguro que no se nota porque los que salgan son igual de buenos que los que no están", admite Cani, sin esconder que "las ausencias del Barça nos pueden beneficiar".

"Es cierto que ellos tienen bajas, pero también que tienen una plantilla muy amplia y cualquiera que salga puede hacerlo muy bien. No debemos fijarnos en ellos y centrarnos en hacer un buen partido", explica Bruno, que exige a su equipo "estar a la altura porque ahora nos tocan dos meses muy intensos".