Armani, Hugo Boss, Lacoste… el Villarreal ha vestido con las mejores marcas el último lustro y un entrenador de caché como Pellegrini. Incluso Valverde llegó con la aureola de una etiqueta cotizada. El buen tino en las contrataciones permitió disponer de Forlán, Riquelme, Reina, Diego López, Senna, por citar algunos, a precios fuera de mercado, y también a otros como Nilmar, Rossi, Marcano, Víctor Fernández… con traspasos importantes. En el interín, el Villarreal ha convertido en estrellas a chicos con menos pedigrí, pero idéntica calidad como Cazorla o Bruno.

En este país, y en esta provincia, hemos vivido durante mucho tiempo por encima de nuestras posibilidades. Por supuesto, en el fútbol aún más. El Villarreal nos ha dado mucho. El tiempo nos dará la auténtica valoración de cuánto.

Ahora, para mí, se inicia otra etapa. Siempre hay que escuchar a los que saben y lo han demostrado con su obra. Mercadona, la firma de Juan Roig --hermano del presidente del Villarreal-- es un ejemplo. Este empresario modélico ha apostado por las marcas blancas como una respuesta atrevida a los tiempos de crisis. La filosofía de máxima calidad por un precio muy inferior ha catapultado a la firma a la cabeza del sector con el guiño cómplice del consumidor.

Fernando Roig ha emulado el modelo para su Villarreal. Sus marcas blancas, aunque yo lo llamaría productos recomendados, son Garrido, Mario, Montero, Oriol, Ruben, Musacchio, Juan Carlos… Máxima ambición, ilusión, compromiso, talento y juventud. No entiendo que este vaya a ser un año de transición, posiblemente sí de formación de esta generación de magníficos futbolistas, pero que detrás tendrán el respaldo de jugadores consagrados. La apuesta por las marcas blancas ha llevado a Mercadona al liderazgo. Estoy seguro que al Villarreal le dejará entre los mejores dentro de muy poco tiempo. H