Diego Godín (Rosario, 16 de febrero de 1986) aguantó con el Villarreal hasta el final de la pasada Liga. Sus molestias crónicas no le impidieron pelear hasta el final por una plaza europea con los amarillos. Su resistencia física parece haber dicho basta en un Mundial en el que ya se ha perdido un encuentro --el último de la primera fase ante México por una gastroenteritis-- y en el que su futura presencia está seriamente en entredicho por una lesión muscular. De momento, Tabárez, su técnico, ya le ha descartado para el crucial compromiso de mañana ante Ghana, en cuartos, en el que los charrúa parten como favoritos para pasar a unas semifinales en las que Godín sería, como mínimo, duda.

Eso sí, al 100%, Diego no tiene quien le tosa en el eje de la defensa de Uruguay. Con 24 años, el mítico Paolo Montero ya ha encontrado quien haga de káiser en la bicampeona del mundo.

El delantero del Submarino no está teniendo el protagonismo que él hubiera esperado en este Mundial. La europeización de la canarinha de Dunga y el acierto que está demostrando Robinho --su competencia directa en el ataque-- cara a puerta han provocado que Nilmar (Bandeirantes, 14 de julio de 1984) solo haya estado sobre el terreno de juego 116 minutos, 90 de ellos en el último encuentro de la primera fase ante Portugal, en el que el exmadridista se quedó fuera por problemas físicos. Nilmar fue el brasileño que estuvo más cerca del gol --envió un balón al palo-- y recibió el aprobado de Dunga. “Nilmar también lo está haciendo bien. Son los dos jugadores excepcionales. Robinho es más driblador. Nilmar más rápido”, explica el seleccionador.

Mañana, sin embargo, todo apunta a que Nilmar deberá esperar su oportunidad ante Holanda desde el banquillo canarinho.

Los ensayos previos de Del Bosque habían sembrado las dudas en Joan Capdevila (Tàrrega, 3 de febrero de 1978). El madridista Arbeloa aparecía como una seria amenaza a la titularidad del lateral zurdo del Villarreal. Pero se quedó en eso. A la hora de la verdad, el seleccionador ha apostado por su baza más segura en la zona izquierda de la zaga. Y el catalán ha respondido yendo de menos a más en este Mundial. Como el resto de compañeros, Capdevila naufragó ante Suiza, tuvo una tímida reacción frente a Honduras y Chile y se acercó a su mejor nivel en el decisivo cruce de octavos ante Portugal, en el que Cristiano Ronaldo no le encaró ni una sola vez.

Ante los lusos salvó el posible empate lanzándose a los pies de Danny e hizo valer su experiencia provocando la expulsión de Ricardo Costa. Con España, igual que en el Villarreal, Capdevila no tiene, hoy por hoy, relevo.