Aires nuevos se respiran en el Villarreal. Pese a que ya dirigió al primer equipo en la segunda parte del pasado ejercicio, Juan Carlos Garrido, hombre de la casa y entrenador exigente donde los haya, afronta su primera pretemporada al frente de la primera plantilla del Submarino. Tras la era Pellegrini y el paso fugaz de Ernesto Valverde, el técnico quiere que sus futbolistas tengan claro desde el principio cual es su metodología de trabajo y las directrices que deben seguir para ir entrando en la dinámica de grupo.

Exigente y respetuoso a la vez, Garrido no quiere relajación alguna en cada sesión, apuesta por el trabajo intenso con el balón y siempre está encima de los futbolistas para no perder detalle. Un míster que ya ha trazado sus señas de identidad.