Cada maestrillo tiene su librillo y cada entrenador, su forma de trabajar. Y Casuco, sin tratarse de un revolucionario, sí trae su propio modelo, que poco a poco irá instaurando en el Castellón.

Sin duda, debido a su edad (55 años), superior aunque no por mucho a la de su predecesor (Jordi Vinyals va camino de los 47), el nuevo técnico albinegro pertenece a una generación anterior en los banquillos. Así, está impregnado por una idea diferente a la hora de desarrollar esta profesión, con unos métodos mucho más clásicos (que no antiguos).

Club y futbolistas ya van sabiendo a qué atenerse. Por ejemplo, que cambia el plan habitual de trabajo. Casuco considera que se aprovecha mejor la semana descansando el lunes (día posterior al partido) para volver al trabajo el martes. Conservará la doble sesión de los miércoles que puede extender al jueves (“dependerá de los resultados”, avisa). El viernes será más liviano y el sábado, desde el punto de vista informativo, el día más decisivo. Será entonces cuando ensaye no solo sistema, sino también el once el día siguiente. “Me gusta que el futbolista sepa si va a jugar”, dice.

Vinyals atiborraba al vestuario de largas sesiones de vídeo. El lunes, antes, incluso, de saltar al césped, visionaban el encuentro del día anterior que habían grabado sus ayudantes. El viernes, era el turno del rival. En general, esas clases solían durar entre 45 minutos y una hora. Casuco no es partidario de prolongarlas tanto por aquello de que sus discípulos solo se quedan con lo esencial. Serán breves (10 ó 15 minutos), siempre para analizar al siguiente adversario, nunca para analizar partidos propios. Así, ayer estuvo encerrado en la sala de prensa del estadio con su segundo, Javier Castañeda, para confeccionar el del Alicante.

BUSCANDO EL EQUILIBRIO // Sus equipos no suelen ser excesivamente alegres arriba ni tampoco amarrateguis detrás. Busca el equilibrio, en lo que los aficionados más veteranos calificarían de fútbol-total. Es decir: todos defienden, todos atacan. Con él, el que no corra, lo tendrá muy, pero que muy difícil para jugar. Casuco va con su carácter, el mismo que intentará imprimir a una plantilla excesivamente tibia y blanda en este arranque de campeonato.

Consciente de que le acompaña la etiqueta de defensivo, se ampara en la estadística para demostrar lo contrario. Llegó mediada la temporada, por ejemplo, al Murcia y el Tenerife (ambos en Segunda A), sacándolos de situaciones comprometidas. “Si lo hice, es porque ganábamos más partidos que perdíamos, lo que significa que marcas más goles que encajas”, esgrime. No le fue tan bien en su última experiencia en un banquillo (de la jornada 14 a la 15 de la 07/08), en el Xerez.

Sabedor de que su conocimiento de la plantilla albinegra aún no es amplio, se dejará aconsejar por su segundo, Pedro Fernández Cuesta, el brazo derecho también de Vinyals. Pero avisa que “los que jueguen el domingo, no diferirán mucho de los que piensa la gente”. “No soy partidario de grandes cambios porque no hemos tenido tiempo”, añade.

Por ahora, aparca reforzar al equipo. “Hay muchos jugadores a los que habrá que recuperar anímicamente. Porque cuando los resultados no son buenos, uno baja en su rendimiento. Entonces, el club decidirá si hacen falta retoques o no”, matiza. H