LA PENALIZACIÓN. Eneko Ballano Roldán escribió que “en el minuto 63, a instancias de mi asistente número 2, comuniqué al delegado de campo, José María Gil García, que desde varios puntos de la grada, hicieron sonar varios silbatos, para que tomase las medidas oportunas”. “Tras ser comunicado el incidente por megafonía -prosigue-, se repitió este hecho en varias ocasiones, no influyendo en el devenir del juego”. Es decir: habrá multa ‘al canto’.

PEQUEÑAS MEJORAS. Aunque costó, funcionó tanto el videomarcador grande como la megafonía, que no habían ido el día del Benidorm. Lo del césped es otro cantar: está realmente de pena. Los pobres chavalitos del colegio Isabel Ferrer, que animaron el descanso, no hacían más que caerse.