Ala próxima, se acabó. La esperada respuesta del Barça a los ataques del Madrid -esperada por inexistente y por el tiempo transcurrido, más de mes y medio del último encontronazo- fue una declaración institucional de Sandro Rosell en la que amenazó con romper relaciones con el club blanco... si hay otra ofensa. Más que devolver alguno de los golpes recibidos, el presidente se limitó a lanzar un aviso. El Madrid, fiel a la deriva que ha tomado con Florentino Pérez y Jose Mourinho, editó una nota declarándose ofendido por esta intervención.

Ninguna provocación más. Un nuevo agravio, del tono y el alcance similar a los producidos esta temporada, comportará la ruptura de relaciones institucionales con el Madrid. “De manera inmediata”, precisó con contundencia Rosell, después de leer una declaración del club. “No lo deseamos, pero no nos temblará el pulso”, subrayó tras precisar que las dos entidades “están obligadas” a ir unidas para defender determinados intereses.

Ocho minutos invirtió Rosell en desgranar el rosario de invectivas recibidas y la puntual respuesta del Barça. Ataques como las insinuaciones de dopaje y la denuncia a la UEFA por las declaraciones de Mou sobre el trato favor del organismo europeo y de la RFEF hacia el Barcelona. “Hemos retrasado la respuesta por responsabilidad social y deportiva, para que no influyera en la marcha del equipo”, sostuvo Rosell para quien la decisión ha sido acertada, apoyándose en los títulos del fútbol y el total de 15 acumulados por las secciones, como si los triunfos acreditaran la bondad de la determinación.

Aunque, finalmente, concedió que Florentino Pérez era el máximo responsable de que se hayan deteriorado las relaciones institucionales, Rosell opina que el primer culpable es Mourinho. Achacó sus embestidas al Barça y a Guardiola a su desmesurado ego, arrastrando al presidente al barro. “Un empleado del Real Madrid traspasó todos los límites de la deportividad”, dijo, apuntando al luso. “Si vuelve a suceder, no dudaremos en recurrir a la justicia ordinaria”, proclamó Rosell, aplaudido por toda su junta.

Horas después, el Madrid contestó con un comunicado oficial. Allí lamentaba “las graves y falsas insinuaciones” que, bajo su punto de vista, se debían “a la presión que sufre la junta directiva (culé) por parte de un determinado y cercano entorno mediático, que reclama una actitud de agresividad hacia nuestro club”. H