El Almazora está a 90 minutos de lograr la gesta del ascenso a Tercera División, categoría en la que no milita desde hace 19 temporadas, superando el sueño del más optimista de sus aficionados, que veían cómo su equipo solo llevaba dos puntos en las seis primeras jornadas. El 2-2 de Altea y un Boqueres a reventar son sus mejores aliados (18.30 horas).

No hace mucho que el futuro del Almazora estaba seriamente amenazado. El conjunto albinegro, incluso, bajó a Primera Regional en 1997. La directiva comandada por Javier Mollá evitó la desaparición y, al año siguiente, recuperaba su sitio en Preferente gracias al papel de los veteranos Alcañiz, Juanra, Eloy, Gasulla...

A partir de ahí, y jugando aún en la Garrofera varios años más, Boqueres fue remodelado y el Almazora vivió la emoción de dos promociones de ascenso, una primera cuando se jugaba con sistema de liguilla en la que faltó muy poco para conseguirlo (el Castellón B acabó llevándose el gato al agua) y otra posterior en la que el Utiel eliminó a los albinegros a las primeras de cambio.

Ahora, tras superar al Llosa, los pupilos de Juan Carlos Beltrán tienen la oportunidad de hacer bueno el dicho de que a la tercera va la vencida. Aunque no lograran rematar la faena, nada ni nadie puede discutir la gran labor realizada por la directiva presidida por Manuel Pesudo, que confió en el entrenador después de un inicio de campeonato tan descorazonador. Gracias a aquella paciencia y confianza en el técnico y en el vestuario, hemos asistido a un doble milagro. El primero, meterse en los play-off gracias a una racha de 26 partidos sin perder. El segundo, la oportunidad, teniéndolo todo de cara, de subir cuando la meta, hace ahora varios meses, era bien distinta.

En ascuas // El meta Xabier Cardiel, expulsado injustamente en el también injusto penalti que, en la ida, supuso el empate del Altea, ha sido el protagonista de la semana. El Almazora ha buscado, a través de todos los comités posibles, obtener el indulto para el pilar fundamental del equipo, pero no lo ha logrado. Sobre el joven Joaquín recaerá la responsabilidad de relevarle bajo los palos.

Por lo demás, Beltrán tiene disponibles al resto, a excepción del lesionado Manu Barrachina. H