El dedo de Red Bull, el de sus ingenieros --no el índice que Sebastian Vettel ha levantado en tantas ocasiones esta temporada como señal de victoria-- apunta a Ferrari. Los responsables del equipo campeón creen que la Scuderia, el equipo de Fernando Alonso, será quien más se beneficie de la regulación del difusor de soplado ya desde el Gran Premio de Europa que se celebra este fin de semana en Valencia. Red Bull debe ser, en principio, el equipo más afectado por estas medidas, ya que ellos han diseñado los coches que mejor han aprovechado la salida de los gases de escape hacia el difusor para mejorar la carga aerodinámica de sus monoplazas. Sin embargo, según Helmut Marko, asesor de Red Bull, el hombre de confianza del propietario, Dieter Mateschitz, el equipo ya tiene alternativas para que el impacto no sea demasiado grande: "No seríamos Red Bull si no tuviésemos ya ideas para mitigar el efecto", aseguró a la publicación alemana Auto Motor und Sport. El austriaco considera que estas prohibiciones en plena temporada no tienen otra intención que la de terminar con el dominio de Red Bull en la clasificación y en las carreras, ya que el equipo de Vettel ha conseguido todas las poles y cinco de las siete victorias posibles: "Esta vez la prohibición se ha introducido apresuradamente. Diría que está relacionada con Red Bull", concluye Marko.