Se define como “un seguidor normal, totalmente independiente”. Sergio Sánchez, un castellonense de 32 años, ha sido el promotor de la manifestación del viernes, el que ha prendido la mecha.

“Estoy sorprendido por la repercusión, no esperaba tener un poder de convocatoria así”, explica este aficionado, que explica cómo se le ocurrió: “Este fin de semana estaba en casa y, a través de un comentario en un foro, se me ocurrió montarla”. El lunes, fue a la Subdelegación del Gobierno para notificar la concentración y, desde entonces, las muestras de adhesión se han multiplicado exponencialmente.

Con modestia, dice que “la gente estaba esperando algo así”. “Si no se me hubiera ocurrido a mí, había sido otro, porque hace tiempo que hay un caldo de cultivo por esta situación, sin información de los dirigentes”, indica.

Este socio “discontinuo, porque hay temporadas en las que me saco el carnet y otras que no”, pero siempre sufridor, expone lo que para él es el Castellón: “No solo se trata del equipo de fútbol, sino que es uno de los símbolos de la ciudad”. “Mis primeros recuerdos del Castellón fueron los dos últimos años en Primera. Pero, desde entonces, excepto el ascenso a Segunda A, todo lo que nos ha pasado, ha sido malo”, cerciora. “Me gustaría ir a Castalia y ver el campo lleno, con buen ambiente, y hablar solo de fútbol”, desea. “Quiero que el Castellón sea algo que se valore en toda España, que dentro de su modestia, tenga un buen nombre”, termina. H