El fútbol español puede estar tranquilo porque el relevo está garantizado. Los chavales de la sub-21 que dirige Luis Milla lo de dejaron claro ayer. Se sabía que hay futuro, pero nada mejor que una semifinal de una Eurocopa para graduarse. El combinado español tuvo que esperar hasta el minuto 89 para igualar el choque ante Bielorrusia y dejar las cosas claras en la prórroga, con dos tantos más (1-3). El triunfo tiene un premio doble. Estar en la final del sábado y lograr plaza para los Juegos de Londres del 2011 después de no acudir a una cita olímpica desde Sydney-2000.

Casi un año después de la gesta de la absoluta en Suráfrica, los discípulos del tiki-taka dieron otro paso para tomar el relevo de los Xavi, Iniesta o Villa. Ayer, Thiago hizo de Xavi; Muniain y Jeffrén, de Iniesta y Adrián, de Villa. El delantero del Deportivo supo esperar su momento y puso su sello con dos tantos. El primero llegó cuando España se veía fuera del torneo y abocada a ganarse la plaza olímpica en el encuentro que decide la tercera y la cuarta plaza. No fue así porque Jeffrén se sacó un centro que terminó en un remate certero de Adrián (m. 89). El empate suponía el final de la agonía para un equipo superior. La prórroga no hizo más que certificar el guión lógico entre dos equipos tan desiguales. Un centro de Capel lo remató a gol Adrián (m. 105). Luego Jeffrén cerró la noche con un zurdazo desde fuera del área que certificó la graduación de estos chavales.

Asociada en torno a la figura de Thiago, la Rojita España volvió a emerger desde la jerarquía de Javi Martínez, un campeón del mundo con la absoluta, pero metido de lleno en una labor casi de meritorio. Lo mismo que Mata, que salió de Suráfrica con la medalla de oro, y que ha demostrado su gran humildad al entregarse de lleno a la conquista de la Eurocopa y el billete para los Juegos. H