José Joaquín Rojas, la pieza clave del conjunto Movistar para el campeonato de España, fue el único ciclista que aguantó el gran demarraje de Alberto Contador en la subida al desierto de las Palmas, y batió al tricampeón del Tour en el esprint final de Castellón en los que ambos se jugaron el título español de fondo en carretera. Koldo Fernández Larrea, del equipo Euskaltel, fue el más rápido en el pelotón perseguidor y consiguió la tercera plaza. Alberto Contador regresó el viernes a la competición tras prácticamente un mes de entrenamientos y descanso después de ganar el Giro. Ya ese día, en la prueba contrarreloj del campeonato de España, consiguió la tercera plaza y ascendió al podio. En la prueba en línea esperó para atacar la última ascensión al Desierto de las Palmas. Con una facilidad absoluta capturó a los fugados que se situaban unos 20 segundos por delante del grupo de Contador. Entre los escapados iba Rojas, que se pegó a la rueda del tricampeón del Tour. Se inició entonces una colaboración entre ambos: Contador tiraba en los tramos de subida, Rojas en los de bajada y ambos se daban relevos en el llano que conducía hacia la meta. Contador sabía que ante Rojas nada podía hacer en un esprint, ya que es uno de los corredores españoles más rápidos que hay. Con su victoria, Rojas demostró que está capacitado para pelear en las llegadas masivas del Tour, sobre todo en las jornadas intermedias, en pelotones pequeños si consigue capturar alguna fuga interesante. Contador, por su parte, dejó claro que ya está listo para el Tour. El miércoles ya parte hacia Francia.