Había apostado con un periodista que se tiraría a las aguas del Puerto de Valencia si conseguía sumar puntos en el Gran Premio de Europa. Y lo hizo. El catalán Jaime Alguersuari se refrescó así tras una sensacional carrera que le llevó al octavo puesto, como en Canadá quince días antes, el puesto que disfrutaba en Mónaco cuando, a pocas vueltas del final, fue embestido en la gran melé de Montecarlo. Así acaba con los rumores, con los dimes y diretes sobre su futuro. «Con carreras como ésta, Jaime tiene el asiento asegurado», concluyó Franz Tost, el director del equipo Toro Rosso.

progresión // Le costó entender al principio –como a casi todos-- el comportamiento de los neumáticos Pirelli, le llevó trabajo a Alguersuari hacer, junto a su ingeniero Andrea Landi, un monoplaza consistente en carrera, sin que destrozara los neumáticos con un set-up agresivo pensando en llegar a la tercera calificación.

esfuerzo personal // Ahora, como sucedió en la segunda parte de la temporada pasada, gana a su compañero y consigue brillar en carrera. La crono es lo de menos. «Mi éxito personal es haber resuelto la degradación de las ruedas, poder mantener un ritmo alto desde el principio hasta el final de la carrera con sólo dos cambios de ruedas», dijo ayer resuelto el piloto barcelonés.

«He repetido una y otra vez que trabajaba para poner el coche a punto en balances, en suspensiones, en la geometría, en las presiones», insistió el catalán. «Yo no soy Superman, no me siento un superclase, soy un atleta que ama su trabajo y pretende hacerlo lo mejor posible en un deporte que requiere un gran conocimiento técnico», manifestó en Valencia Alguersuari.

celebración // Contagiados por la fiesta de los hermanos de Red Bull, en Toro Rosso celebraron también por todo lo alto los puntos que obtuvo ayer Jaime. «Ha demostrado que puede ofrecer un gran rendimiento en carrera. Ha hecho una buena salida y luego ha tenido un ritmo de carrera muy alto», comentó Tost.

Especialmente impresionante ha sido la manera en que Alguersuari consiguió defender su posición en las vueltas finales, esas en las que Adrian Sutil le presionaba sin cesar con la ventaja de los neumáticos nuevos. A pesar de todo, «sabía que no me pasaría», manifestó confiado el piloto barcelonés. H