Parte de los éxitos del Alberto Contador se deben a los que le rodean, a su gente más fiel: director de equipo, compañeros, asesor de prensa, médicos, masajistas, auxiliares, mecánicos y un largo etcétera. Entre este personal se encuentra un vila-realense, Faustino Muñoz, un hombre nacido para el ciclismo y que hoy es indispensable en el organigrama del Saxo Bank y sobre todo para el triple ganador del Tour y que a partir de este sábado iniciará el asalto a su cuarta corona.

La afición al ciclismo de Faustino le viene de casa, traspasada de padre a hijo. Le compró una bicicleta, sacó la licencia federativa y a correr. En esto no logró grandes triunfos y pronto, en juveniles, colgó y dejó de dar pedales... pero seguía en el ciclismo.

“Fue en el año 79 cuando comenzó todo. Manolo Rodríguez Ayora, el padre de Purito, que conocía mi afición a la mecánica ciclista, me dijo si quería ir a desempeñar las funciones de mecánico del equipo. Acepté y con él estuve hasta el 81... y sigo trabajando de los mismo”, confiesa.

Al ver el paso por los equipos, llama la atención en que sus ocho últimos años su vida está ligada a la de Contador. “Siempre que ha cambiado de equipo me ha querido a su lado, es una de las condiciones que pone para firmar”, decía.

Muñoz es feliz con Contador. “No lo considero un trabajo, para mí es un hobby. Soy un afortunado de la vida, ya que disfruto de lo que me gusta”, indica.

GRAN RELACIÓN // Faustino es el hombre de confianza de Contador: “A Alberto le conocí en el 2004, en el ONCE, y ya siempre he sido el responsable de arreglar, repasar y tener a punto su bicicleta”. “Nuestro trato es más como el padre que cuida a su hijo. Esa es mi consideración hacia él”, comenta el mecánico.

Contador ya dormirá hoy en Francia, para iniciar el Tour el sábado. Faustin, como le conocen sus amigos, volverá a ponerse el mono y procurará tener “muy fina” la bici del número uno del mundo y ahora también subcampeón de España de fondo en carretera. H